Artículo de Juan Ventayol

Después de mi experiencia como ingeniero de proyectos y más recientemente como consultor en el área de proyectos, éstos son los errores más comunes (y de más impacto) que he visto en la gestión clásica de proyectos:

1. Intentar planificarlo todo
La incertidumbre no se puede planificar y raros son los proyectos que no tengan un grado mayor o menor de incertidumbre (sobre todo en los proyectos de I+D+I). Lo que se acaba haciendo es generar “márgenes de seguridad” que no sirven para nada y hace que todo ocurra más lento. Además, esto provoca que debamos invertir más tiempo del proyecto a la planificación que a la creación de valor.

2. Poner por delante la planificación a la realidad
La mayoría de veces replanificamos constantemente cuando lo que está pasando es que la planificación era errónea o directamente imposible (relacionado con el punto anterior). Esto ha acabado provocando que en algunas empresas haya gente dedicada casi única y exclusivamente a replanificar. ¿Somos conscientes de que eso significa que tenemos a alguien en nómina para que, básicamente, nos mienta reiteradamente como dice Jeff Sutherland (co-creador del Scrum)?

3. Mantener un sistema que no funciona
La planificación anticipada y detallada de proyectos (Gantt) está hoy en día obsoleta en el tipo de proyectos más comunes de hoy en día. Y a pesar de ver que nunca se cumplen los plazos, en vez de cambiar de sistema, añadimos “puntos de control” y repetimos una y otra vez los 2 puntos anteriores.

En resumen, hoy en día los sistemas ágiles de gestión de proyectos han demostrado enormemente su superioridad en proyectos con un razonable nivel de variabilidad o incertidumbre (proyectos creativos, de creación de conocimiento…). Empeñarse en mantener un sistema que fundamentalmente no funciona para este tipo de proyectos solo provocará una gran cantidad de frustración.