Artículo de Sergi Mussons
Me gusta el anglicismo Engagement. Significa implicación, compromiso y motivación a partes iguales. Cada año visito decenas de empresas con un mismo problema: “Nuestra gente no está realmente comprometida, ¿qué debemos hacer?”; “Tenemos la sensación que tenemos a los peores, pero cuando entraron no lo parecían, ¿tan mal los hemos seleccionado?”. Para empezar no es que tengamos a los peores, ELLOS son como nosotros. Son nuestra gente, nuestro equipo, no son distintos ni peores, son iguales a nosotros. Pero por otro lado… su implicación es realmente escasa, no es un problema de percepción.
La clave del problema es que pedimos implicación incondicional pero nuestros colaboradores todo lo que perciben en su entorno es contrario a este concepto:
- Empresas donde el estilo de liderazgo es Top-Down, yo decido, tú ejecutas.
- Empresas cargadas de burocracia y autorizaciones que ralentizan los procesos y aumentan la complejidad de nuestro modelo.
- Empresas donde se gestiona limitando el gasto. Esto no parecería malo si no fuera que se limita según una previsión futura incierta y basada en modelos lineales obsoletos.
- Empresas donde se fomenta la competitividad entre directivos y por tanto, entre personas de cualquier tipo. ¿A alguien le suena lo del trabajo en equipo?
- Empresas donde hay que mejorar los procesos sin parar para hacerlo. Es un clásico en planta. El operario no puede parar, por tanto la mejora la hará un ingeniero a su lado, que le dirá que debe hacer, y muchas veces no sabe qué dice y si lo sabe el operario muy predispuesto no se queda.
Vamos a hacer un ejercicio de empatía, estimados CEOs, gerentes y propiedad de PYMEs del país, así como altos directivos:
¿Qué grado de implicación, motivación y compromiso demostraríais en un entorno donde no es posible trabajar en equipo porqué los compañeros no te ayudan ya que no les conviene? Un lugar donde tus ideas no valen porque no es tu cometido y si lo es no tienes tiempo físico para llegar a ellas; donde todo es lento y lo es más si sube organigrama para arriba… Empresas que pierden oportunidades por no ser más ágiles o por no invertir en un pequeño recurso que podría aportar grandes beneficios (lo de la Teoría de las Restricciones de Goldratt aplicado al management) y donde todo está pensado para controlar tus pasos y tu eficiencia pero se olvidan que eso parece exceso de desconfianza y además hacen que todos nos olvidemos de la eficacia…
Pues así son la mayoría de las empresas del país, pero ¿sabéis lo mejor? Cambiar sólo depende de nosotros, de nadie más. ¿Quién quiere cambiar?